jueves, 29 de noviembre de 2007

martes, 27 de noviembre de 2007

Hua Hu Ching

En la antigua China y a partir del siglo VII a.C. comenzaron a desarrollarse intensamente dos importantes sistemas filosófico-religiosos que junto al budismo y al hinduismo a mi juicio articulan una visión del mundo muy útil para entender el juego de la vida y para responder a muchos de los retos que hoy sigue teniendo planteados nuestro planeta como todo ser humano. Me estoy refieriendo al confuncioanismo (Confucio) y al taoismo(Lao-Tsé).
El confucianismo siempre ocupó un lugar privilegiado porque se convirtió en el pensamiento ortodoxo de la época y en su conjunto el énfasis lo pone más en lo social como expresión del sentido de armonía con el mundo, armonía que se alcanza mediante el estudio disciplinado y la introspección. Sin embargo el taoismo, coloca la atención en lo individual, en el sentido de que cada ser humano debe buscar mediante la práctica de la virtud, "el camino" o Tao, que podría definirse como una especia de sentido, principio o energía que está implícita en todo el universo.
Las enseñanzas del taoismo están formuladas en el famoso "Tao The King" de Lao Tsé (570-490 aC) y también en un libro denominado "Hua Hu Ching" que recoge las enseñanzas orales del maestro escritas por uno de sus seguidores.
Como resulta que desde mi punto de vista este último librito no tiene desperdicio, pues ahí está el enlace para todo aquel o aquella que desee darle un vistazo o irlo saboreando poco a poco.
Hua Hu Ching
Para más información
Libros sobre Taoismo

Juan Miguel.

viernes, 23 de noviembre de 2007

DOS DE LAS ESPAÑAS por Manolo Bordallo

DOS DE LAS ESPAÑAS

Juan va vestido de chaqueta, y fuma nerviosamente mientras defiende al empresariado como creador de riqueza.

Antonio se dedica a tirar piedras al agua haciendo la rana, mientras se burla con gestos discretos de su vecino.

Serían el andaluz emigrado a Cataluña admirador del industrioso catalán, y el andaluz que se ha quedado en su tierra y vive sencillamente; ambos con su habla: el primero más fino y más serio, el otro más rápido y guasón.

Hablan los dos para el público, pero mirándose de reojo y haciéndose mutuamente muecas de desaprobación, de que el otro está chiflado...

J.- Yo fui de los que tuvo que emigrar a Catalunya en los setenta, porque aquí no me daban trabajo y porque para algunos hasta era “peligroso”...

A.- Una de mis especialidades, a la que le he dedicao un tiempo, es la de hacer el salto de la rana, aquí en las playas del sur, que también existe.

J.- Y yo no puedo hablar mal de Cataluña, porque no sólo me dieron trabajo, sino que me formaron y allí me hice un hombre.

A.- Primero hay que escoger las piedras (se saca unas de los bolsillos del bañador). Deben ser planas, y de fácil encaje en la mano, para que se pueda manejar bien: si tienen un pico, casi mejor, porque así se pone en el índise y se le puede imprimir más giro ( hace ademán de tirar una sobre el público).

J.- Allí aprendí que un pueblo se hace rico trabajando, que la vida es dura y que la riqueza no te la da nadie...

A.- Cuando en vez de piedra, es un trozo de ladrillo redondeao por las olas, te da gusto tener en la mano un producto cultural natural al revés, porque no es naturaleza troquelá por la mano humana, sino un basto producto de industria primitiva humana, trabajao por las fuerzas de las olas: la forma, el olor, la textura...hasta el sonio : un lujo al alcanse de la mano

J.- ¿Y cómo vamos a salir aquí del subdesarrollo con semejantes (señalando despectivamente al otro) “empresarios”?

A.- Bueno, después de la forma está el peso: a mí me gusta experimentar con diferentes pesos, porque cada uno de ellos en un reto distinto, una apuesta contigo mismo ( sopesa, lanzándolas sobre la mano, varias piedras).

J.- Dicen de la antigua fábula de la cigarra y la hormiga...¡je! Pues si no es por la hormiga que está todo el invierno recolectando, (mirando al otro sin disimulo) TRA-BA-JAN-DO, no sé yo cómo iba a vivir la chicharra todo el verano cantando...

A.- Una vez te haces el brazo al peso, tienes que mirar a la superficie del mar: primero que no haya personas ( hace otro intento de “lanzar” sobre el público) y después cómo están las olas, de cercana una a otra, y de picado el mar, para saber si tienes que lanzar paralelamente a las olas, o al bies, lateralmente, para aprovechar el espacio entre ola y ola.

J.- Y claro eso supone al cabo del tiempo una clase empresarial potente, una burguesía desarrollada y una creación de riqueza que después se distribuye por toda la sociedad...

A.- El siguiente paso es decidir si quieres hacer muchos saltos seguidos, uno solo largo, superar la cresta de una ola o estrellarte contra ella. Esto se consigue calculando el ángulo de inclinación de la mano sobre la superficie del agua: a vuelo más rasante, más saltitos dará (se agacha e imita lo que dice), y mientras más alto tires, más largo será el salto (lo “explica” con la mirada y el gesto).

J.- (Cada vez más mosqueao de que el otro pase de él) Total, que los países ricos son los países ricos, y los pobres son los pobres; el norte es el que ordena y el que prohíbe: el que manda.

A.- Finalmente, lo más importante: el deje, la relajación en la tensión, que disen los grandes atletas; o la grasia, que desimo en Cai; o el arte, que desimo en Sevilla. (Haciéndolo un par de veces): ¡ahí quea eso! (se va con el gesto que hace el torero cuando corta el aire con la espada y le da la espalda al toro, dejándolo plantao después de una buena faena).

J.- (Tira el cigarro al suelo y lo pisa) ¡Pues que sepas que sin el Norte, el Sur no sería nada!

A.- ¡Ni el Norte sin el Sur!

J.- ¿Nos vamos a comernos una pizza en el restaurante chino?

A.- ¡Ea, pos vámono, y después nos tomamo un cava andalú con las polacas!

Pelayo, 10, VIII, 07

jueves, 22 de noviembre de 2007

Allí estaremos


MANIFESTACIÓN
Domingo 25 de Noviembre
12 horas
Plaza Nueva
SEVILLA

miércoles, 21 de noviembre de 2007

SOSTIENE BARBEITO por Manolo Bordallo


Sostiene Barbeito que los cultismos latiniparlos le dan más prestigio a su prosa y a su verso que las zarandajas a su periódico, y más si atiza con saña /cual guardián de la moral / a la que no es su España / ni nunca jamás será.

Sostiene Barbeito que Navidad es belén: no la Belén de ahora mismo, / ocupada , amordazada, / muestra de un conflicto infame... / sino el belén de su casa.

Navidad es consumismo / caiga quien caiga, ¡bendito!/ los reyes... de porcelana / y el mazapán, exquisito

Sostiene Barbeito que sólo hay una Sevilla / donde cabe, a más caber / cien mil hijos de S. Luis... / y ya no quedan capillas. ¿Pero no quedamos que / esta pura maravilla/

está en que no hay una / sino distintas Sevillas?

Sostiene Barbeito que el solsticio es una trola / ¡pero no se me incomode! / que si hay gente que le mola / no entiendo por qué le...molesta.

Este año, Sr. G. Barbeito, le vamos a dedicar el solsticio a la paz; paz para vd. y nosotros, que leemos prensa varia, que comemos casi igual, que pensamos diferente, que amamos casi lo mismo, que vivimos parecido, que no vamos a excluir a nadie por sus ideas, que no exigimos carné ni fe ninguna o bautismo,

Vamos a hablar de cómo se vive en Belén, dos mil y pico de años después de que naciera un niño (por cierto ,en verano) que muchos han querido poner como causa de guerra, de exclusión, de anatema y de partidismo, pero que para nosotros, que nadie nos pedirá ni sabemos la fe de cada uno, es símbolo de paz.

No rezaremos todos, alguien meditará; quien quiera bailará y quien lo desee cantará; quien sepa contará cuentos o hará monólogos sobre Derechos e Izquierdos Humanos, quien se atreva disertará sobre Filosofía o Erotismo. Y al final todas y todos compartiremos nuestra comida con quien esté a nuestro lado...sin preguntarle por sus creencias.

Y no se preocupe, Sr. G. Barbeito, que sus diatribas no van a hacer acallar nuestros aplausos.

martes, 20 de noviembre de 2007

¡Viva Nicaragua!

Todavía guardo en mi corazón aquel grito de desobediencia, aquel llamado a la justicia y al amor que decía !Viva Nicaragua sin Somoza!. ¡Ay mi Nicaragüita! ¡Ay, Ay...! ¿No recuerdan todo el acoso bélico? ¿No tienen en la memoria a ese "papasanto" admonizando y catequizando a Ernesto Cardenal? ¿Y los terremotos? ¿Y los huracanes? ¿Será que me estoy haciendo viejo? Pues bien, el otro día escuché que el revolucionario verdadero es aquel que da hasta su vida por la revolución, y que además que no hay otra revolución que no sea la del amor, la de darse, en carne y hueso, en corazón y cerebro por los que menos tienen. Eso lo decía un maestro, el maestro Orlando Pineda, revolucionario, sandinista y humano, demasiado humano... y como resulta que a mí me gusta decir que el que quiera saber que vaya a Santander, pues lean, por favor, lean y valoren, juzguen y si queréis, posicionaros, porque yo ya lo estoy.
Abrazos, siempre abrazos y leed focodianos, leed por favor.

domingo, 18 de noviembre de 2007

¿Navidad o Solsticio?

Efectivamente, me resulta bastante rancio el artículo–poesía, o no sé qué, de Antonio García Barbeito. Es criticable que un concejal de un municipio tan cristiano como el de Sevilla quiera cambiar el nombre de Navidad por el de Solsticio de invierno. Hasta ahí de acuerdo, pero detrás de esa crítica, en el texto marrullero y bastante soez de Barbeito, se esconde una evidente ignorancia histórica y un deseo de prolongar la religiosidad cristiana como única forma de manifestarse los ciudadanos.

Ignorancia histórica, porque el Solsticio de invierno se celebraba, prácticamente, en todos los pueblos de la tierra ante de la llegada del Cristianismo, es más, la fecha de la Navidad fue “usurpada” por los cristianos al Solsticio, nacimiento de Apolo, colocando en su lugar el de Cristo. Es más que sabido, por los datos que aportan los evangelios, que Cristo nació en verano.

Hoy, la inmensa mayoría de los pueblos del mundo no celebran la Navidad porque no son cristianos, aunque llenen sus calles de adornos y luces. Celebrar el Solsticio, por lo que he vivido y leído, supone buscar un espacio de reflexión en el que se expresa la alegría por el nacimiento de la luz, que nada tiene que ver con las habituales comilonas y borracheras con las que una buena parte de la población celebra la Navidad.

En segundo lugar, a la Iglesia católica le cuesta aceptar que estamos en un mundo donde las manifestaciones religiosas ya no son actos sociales reconocidos, que el poder de las autoridades no les llega “por la gracia de Dios”, como afirmó ella durante siglos. Que la gente puede creer o no creer, bautizarse o no, con entera libertad, que su moral puede, o no puede ser aceptada. Y esto, en parte, es saludable, pues sería ético aún quemar herejes, tener esclavos, condenar a muerte, o la superioridad del hombre sobre la mujer (El Concilio de Trento aceptó, por un solo voto de diferencia, que la mujer tenía alma). La Iglesia no ha digerido aún que ya no es hegemónica, que los cristianos somos una minoría, la sexta parte de los habitantes del planeta.

Estamos, pues, en una sociedad laica, en la que la Iglesia puede ofrecer el regalo de su fe, como lo hacen los budistas, mahometanos o judíos.

Si un ayuntamiento es aconfesional, como cualquier poder democrático, no tiene por qué sumarse “stricto sensu” y oficialmente a manifestaciones religiosas. Otra cosa es la versión cultural, popular, festiva, de diversión y espectáculo de muchas manifestaciones religiosas (Rocío, Semana Santa o Navidad). No veo pues, en este sentido cultural, que sea oportuno ni conveniente que el Concejal de Sevilla proponga celebrar el Solsticio de Invierno en lugar de la Navidad, sí sería justo que planteara, además de la Navidad, la celebración del Solsticio o de otra fiesta profana para todas aquellas personas a las que no les interesa la Navidad.

Supongo que Barbeito musulmán escribiría lo mismo en la Córdoba califal si un alcalde cristiano hubiera osado celebrar la Navidad en lugar del nacimiento de Mahoma.

Miguel F. Villegas

LAICISMO

LAICISMO

CUESTIONES PREVIAS SOBRE EL TEMA:

  1. Laico o confesional, ¿qué más da?
  2. El laicismo,

¿una moda, una vuelta al pasado, una exigencia de la nueva realidad social?

  1. Relación entre laicismo y relativismo.
  2. Relación laicismo – fundamentalismo.
  3. Qué consideras lo más urgente para la convivencia en la sociedad global: Humanismo, religión, tolerancia, sólidos principios, pluralismo, respeto a la diversidad, interculturalidad, libertad de conciencia, igualdad de género... (Poner por orden de importancia y añadir lo que se crea aún más urgente).

PARA LEER SOBRE LO MISMO

SAVATER, F. Laicismo: cinco tesis. Este artículo y más se puede encontrar en Google, laicismo.

A. TOURAINE, Falsos multiculturalismos.

SLOTERDIJK, En el mismo barco. Ed. Siruela. Madrid. 1994.

Emilio LLEDÓ, Elogio de la infelicidad. Ed. Cuatro. 2005.

FRANCOVICH, Guillermo, Los ídolos de Bacon. Ed. Juventud. La Paz. 1974.

LIPOVETSKY, La era del vacío. Anagrama. 1986.

(Tampoco hace falta leerlo todo).

ALGUNAS PRECISIONES

  1. Noción

El laicismo es una forma de entender la convivencia en las sociedades democráticas, basadas en la soberanía de los individuos y del pueblo.

Se da cuando las normas que rigen esa convivencia vienen dadas por los poderes establecidos democráticamente sin sometimiento a instancias superiores ni dogmas absolutos.

La sociedad se inventa a sí misma siguiendo acuerdos de la razón, respetando las creencias pero con las restricciones necesarias para que a nadie se le impida ejercer su libertad.

2. Origen

- Enlaza con la tradición griega. A diferencia de las demás culturas contemporáneas (Egipto, India, Mesopotamia y su heredera la judía), cuyas leyes se consideran de origen divino, ellos inician una forma de pensar el mundo desde la experiencia concreta con todo lo que ésta tiene de discutible y terrenal. Sus pautas de comportamiento provienen de poetas como Homero, Hesíodo, Esquilo ... y no de ninguna divinidad. Según E. Lledó, Grecia proyectó su forma de ver el mundo desde el más acá de los hombres e inició una globalización no desde la ignorancia y la codicia sino desde la inteligencia y la verdad compartida. (L. c. Pág. 119)

- Pero el laicismo en sentido moderno nace del antropocentrismo del Renacimiento y del libre pensamiento de la Ilustración con su proclamación de la mayoría de edad del hombre: “Atrévete a pensar”. [1]

- En la actualidad ni estamos tan seguros de que el hombre sea el centro del universo ni artífice de su historia ni que nuestra razón tecnológica y su exaltación del sujeto individual sean el mejor criterio para convivir. Estamos curados de espanto, de la fiebre de verdades absolutas, o al menos convalecientes.

Sin verdades, sin sujetos, sin mucha fe en ese mundo de la técnica que hemos construido con nuestra razón, ¿qué nos queda?, ¿a qué agarrarnos?

Sólo tenemos la comunicación y sus herramientas: el lenguaje, las tradiciones, la cultura. Y sabiendo que estas tanto ocultan como manifiestan lo que nos importa de las cosas sólo queda el diálogo y la búsqueda conjunta según aquello de A. Machado:

¿Tu verdad? No, la Verdad,

y ven conmigo a buscarla.

La tuya, guárdatela. [2]

  1. La Iglesia

Cuando el hombre sale de la horda primitiva y pasa a formar los asentamientos que conlleva la cultura agraria, [3] poco a poco surgen los reinos y los imperios, se empieza a pensar a lo grande; el mundo se globaliza pero persiste el esquema monárquico: siempre un centro, un principio dominador, un dios supremo. Aquí sólo se sienten en casa los príncipes y ministros, los sacerdotes y escribas y la burguesía de la capital. La periferia, como siempre, paga costes sin obtener beneficios y, naturalmente, se rebela.

Así surge el cristianismo en la periferia del imperio, un reducto de constante resistencia, y se extiende como fermento crítico por todo el Mediterráneo.

La Iglesia surge como un antiimperio dentro del imperio; pero a la larga copia al imperio hasta llegar a nuestros días como la única institución en que permanecen los principios de la política monárquica clásica.

Este tipo de política genera dos tipos de hombre:

- los selectos, servidores de lo absoluto, de lo grande, que interiorizan al estado y se entregan hasta el celibato por la causa;

- y la masa para las cosas más rudas.

En el lenguaje eclesiástico son clérigos y laicos, con sus diversos menesteres (de clerecía, de juglaría...) [4]

Naturalmente cuando se enfrentan distintos absolutos de distintas totalidades, la única salida es la guerra. Ya lo dijo el humanista Erasmo: Toda afirmación categórica es una declaración de guerra.

Con la Postmodernidad, época después de dios y los imperios clásicos, con 6,000 millones de hombres sin tarea común, unidos solamente por los Derechos humanos, nos encontramos con el miedo a salir de las últimas totalidades, los estados nacionales o las iglesias hacia la sociedad global. Surgen las viejas identidades, conservadurismos, limpiezas étnicas...

Entonces sólo la cultura une a las superhordas, afina los tonos que posibilitan las sintonías, dirá Sloterdijk, construye sobre las superestructuras anteriores.

Ciertamente los hombres sólo pueden integrarse en pequeñas unidades: villa, salón, colonia, comuna, convento...

Pero sólo la cultura puede integrar las diversas formas de pertenencia.

  1. Laicismo y relativismo

Cabe preguntarse ¿Se piensa desde situación? ¿La verdad es concreta, histórica y de clase?

Si esto es así hay montones de verdades. [5] “Cada meridiano tiene su verdad” (Pascal).

Cada cultura es hermética para las otras, incomprendida o a lo más parodiada sin comprender como piensa Spengler que hacen asiáticos y americanos con la europea.

Si partimos del antagonismo de las diversas culturas, países y clases se llega a la criminalización del otro.

Sin llegar a estos extremos hay que admitir que las ideas no se comprenden sin el contexto ambiental y social en que surgen. Todo grupo humano tiene una sensibilidad y una experiencia que se refleja en su cultura.

Por otra parte las culturas cambian con las generaciones y en función de los cambios económicos y políticos, desde la visión mágica y antropomórfica de las culturas primitivas hasta la visión mecanicista de la era industrial o la visión de un mundo en red de nuestra era.

Está claro que el pensamiento hoy se nos presenta como un instrumento

- al servicio de la rentabilidad, de la permanencia en el poder de los grupos dominantes que tanto temen al futuro;

- de crítica contra los dogmas que mantienen el estado de cosas presente y apertura confiada al futuro.

Hoy la mística de la técnica como solución a todos nuestros problemas nos resulta cada vez menos convincente.

Hay un retorno al pasado a los mitos de la raza, de las antiguas culturas, a las religiones, como reacción a situaciones políticas y sociales de insatisfacción. Hay una búsqueda de sentido al universo acorde con los sentimientos, con la lógica del corazón. El éxito de ciertas comunidades religiosas se debe a que tratan de dar respuesta a estas exigencias que escapan a la fría razón.

La razón es siempre un elemento perturbador, destruye ilusiones, analiza y simplifica la complejidad. Nos es útil para la transformación de la realidad, para no darse de narices contra las leyes de la naturaleza que no se pliegan a nuestros sortilegios, aunque también es cada vez más consciente de sus límites frente a lo complejo, los fines últimos y los factores irracionales que dominan nuestro pensamiento. A veces a los científicos les pasa como a la iglesia: tras sus inicios como crítica a los dogmas de aquella acaban copiando su proceder dogmático.

Dicho esto, lo que procede, una cura de adelgazamiento de nuestras seguridades, un sometimiento al contraste del diálogo, una convivencia de creencias en el marco de la laicidad. Convalecientes de la fiebre metafísica del pasado “gozar de buen temperamento sin el tono regañón y gruñón, las notas características de los perros y de los hombres envejecidos en la sujeción”. [6]

4. Laicismo y fundamentalismo

Una sociedad laica no excluye ni persigue creencias de ningún tipo sino más bien al contrario, las proteje unas frente a las otras. Tenemos múltiples experiencias de guerras religiosas.

El gran problema del mundo globalizado es cómo convivir las diversas culturas. Vivimos la experiencia inversa a la Torre de Babel, hoy parece que el castigo más que la dispersión es la reunificación.

El gran fallo es el monoculturalismo: dominio de una cultura con exclusión de las demás. Sea un monoculturalismo dominante: las culturas de los grandes países que amenazan con su despliegue de medios a las culturas de grupos minoritarios; sea uno defensivo: los grupos minoritarios que ante el dominio económico y cultural de los grandes países defienden su propia identidad con exclusión de todo lo extraño al propio grupo.

Sólo un sistema multicultural estable podrá garantizar la convivencia: La única sociedad multicultural estable que conocemos es el Estado laico democrático: sistema político basado en:

- el pluralismo y la libertad de pensamiento, expresión, asociación y de voto,

- una determinada racionalidad económica y

- el laicismo que marca el rumbo de la sociedad desde el Estado.

Un pluralismo constructivo

no es la fragmentación de la sociedad en grupos cerrados ligados sólo por el mercado,

sino la combinación de una unidad social y una pluralidad cultural unidas por intercambios y comunicaciones entre los diferentes grupos culturales.

Una economia acorde con la racionalidad actual: una economia social de mercado. Ni economia planificada ni liberalismo sin trabas. El mercado es sólo un medio para lograr los fines que marca la sociedad en general desde sus instituciones, desde su cultura. Es tarea fundamental de la sociedad civil y la cultura el luchar contra la homogeneizacion mercantil del mundo.

El laicismo supone que en el desarrollo de las normas de convivencia y de la cultura han de participar todos los componentes de la sociedad civil.

- Toda comunidad étnica, nacional o religiosa tiene derecho a organizarse de forma autónoma e imponer normas a sus miembros siempre que estas normas

- sean libremente aceptadas,

- no sean consideradas por la mayoría como contrarias a los derechos fundamentales, o sea, a los derechos humanos.

El problema que este sistema plantea en la actualidad radica en que la sociedad se va estructurando en base a una racionalidad solamente técnica y olvida el sentimiento y lo privado, se globaliza la economía desconectada de la vida política y la cultura.

Hay una contradicción entre el mundo de los intercambios económicos en el que todos participamos como productores y consumidores y los diversos mundos culturales que sólo comparten grupos reducidos.

Esto da lugar a que las culturas amenazadas se atrincheren en sus tradiciones e identidades y surjan movimientos nacionalistas, étnicos, feminista y minorías sexuales.

El interculturalismo supone:

- por parte de las culturas el reconocimiento del valor de las demás;

- por parte de los Estados:

. garantizar los derechos de las diferentes culturas,

. reconocer su parentesco como distintos esfuerzos por crear sentido a la vida, por organizar la experiencia humana, por crear valores universales.

Sólo esto último hace posible la comunicación entre las diversas culturas; y esto sólo se garantiza en el estado laico y democrático.

Antonio Durán



[1] Así para Espinosa el estado no es la expresión de unos principios sagrados absolutos, sino un medio de convivencia, en que se equilibran instintos y razón.

Y el derecho, no es algo dado, universal, sino el conjunto de restricciones que necesitamos para el ejercicio de las libertades de todos. Y el derecho fundamental es la libertad de conciencia que exige la laicidad del estado: que respete las creencias privadas y controle las manifestaciones externas para evitar todo fanatismo y garantice la libertad de todos. (MOREAU, Joseph, Spinoza et le spinozisme. Presses universitaires de France. 1971.Págs. 19-21).

[2] Proverbios y cantares. LXXXV.

[3] Seguimos a SLOTERDIJK, En el mismo barco. Siruela. 1994.

[4] Kleros significa suerte o lote en la herencia; laos pueblo, tropa, multitud.

[5] FRANCOVICH, G. Los ídolos de Bacon. Ed. Juventud. La Paz. Bolivia. 1974. Pág. 77 ss.

[6] Humano demasiado humano. & 34.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Coherencia y sentido común

El sentido común es esa manera de pensar y hacer las cosas de tal forma que no hace falta que sean justificadas, ni antes, ni después de la acción, dado que el camino elegido, la herramienta utilizada o el método seguido son sencilla y naturalmente coherentes con el fin perseguido. Y he aquí donde reside precisamente la cuestión fundamental: la coherencia.
¡Ay la coherencia! ¡Cuán difícil me lo fías! ¿Te refieres a eso de hacer lo que digo porque si no hago lo que digo terminaré por hacer lo que no digo? Pues sí, a eso me refiero. A esa dificil pero gozosa y práctica sintonía entre pensar, sentir, decir y hacer.
Y es que sin coherencia y sin sentido común no es posible la educación. La tarea no es fácil dado que el sentido común es el menos común de los sentidos, pero hay voces, testimonios que nos enseñan, nos educan, nos ilustran, nos ayudan a recuperarlo, a mantenerlo y a estimularlo, y una de esas voces es la del Juez de Menores de Granada, Emilio Calatayud, testimonio que hemos conseguido gracias al comentario de Jose Juan, al que desde aquí le doy las gracias.
Y el que tenga oídos que oiga y el que ojos tenga que vea...

jueves, 15 de noviembre de 2007

¿Qué educación?

A veces, demasiadas veces tal vez, olvidamos de donde venimos y sin querer perdemos nuestra capacidad de soñar. Son tantos los estímulos, son tantas las voces, tantos los líderes opinión, los soplagaitas, picapleitos, burócratas, politicastros, ideólogos... son tantos los conflictos, problemas, necesidades... que una enmarañada nebulosa de confusión se hace presente y eso a veces, demasiadas veces tal vez, nos conduce al simplismo que es la negación de la complejidad y ¡ay amiguito! ¡cuidado amiguita! porque la negación de la complejidad es el principio de toda tiranía...
Por eso es bueno escuchar y ver. Con un clic se accede...