martes, 20 de marzo de 2007

LA EDUCACIÓN EN BOLIVIA

LA EDUCACIÓN EN BOLIVIA

Cómo ser radicales sin ser fundamentalistas

INTRODUCCIÓN

¿Cómo vamos a Bolivia sin revisar nuestros presupuestos ideológicos, como si fuéramos dueños de una verdad universal, inmutable, divina, quizás como misioneros de la buena nueva de la cultura, la educación, la Ciencia, la Libertad...?

¿No tenemos dudas de estar exportando nuestro eurocentrismo, nuestros prejuicios judeocristianos, nuestra superioridad de hombres blancos, nuestra competitividad de romanos guerreros, etc. junto con las mejores virtudes del voluntariado?

Alguien “ingenuamente” dirá que en todas partes dos y dos son cuatro, pero de lo que se trata aquí son de valores, que es lo que mueve el mundo; quien quiera reducir el debate a la “técnica” es porque no le interesa la educación, sino la colonización.

¿No podríamos, al menos, analizarnos? Nuestros mismos organismos oficiales nos dicen que hay que adaptar las asignaturas a las características y necesidades de cada pueblo o barrio;¿no tenemos nosotros que revisar nuestros presupuestos ideológicos?

I

El gobierno de Evo Morales está por una educación anticapitalista y descolonizadora. Es la propuesta más avanzada para el país más atrasado: justo la propuesta más justa.

Y no es una propuesta en el vacío. Señalemos el devenir político-ideológico e histórico de los últimos 50 años:

-Fracaso del “nacionalismo revolucionario” en Bolivia: 1940-1984.

-Fracaso del neoliberalismo en Bolivia:1985-2000.

-Influencia del pensamiento marxista, y sobre todo de la Revolución Cubana en todo el Cono Sur.

-Influencia de la Teología de la Liberación, hija natural del diálogo surgido a raíz del Vaticano II entre marxismo y cristianismo, y abortada por Juan Pablo II en sus nueve viajes a Latinoamérica.

-Éxito de la Educación Popular de Paulo Freire, sobre todo en Brasil.

-Debilidad cuantitativa y cualitativa y absoluta falta de interés de la burguesía boliviana para hacer una educación integradora de los pueblos indígenas, entregando sus hijos a la iglesia católica que les asegura la fe a través de la famosa clase de religión.

-Las luchas populares(guerra del agua, del gas...), la creación de un fuerte movimiento asociativo y diversas redes de organización social y comunicación alternativa que no sólo se politizan, sino que exigen y consiguen la renuncia de un presidente del gobierno elegido constitucionalmente, y llevan al poder a un indio que no ha terminado la escuela, que nombra ministros a personas poco instruidas que a veces no dominan el castellano.

II

Esta propuesta educativa no podría salir de un país del primer mundo: sólo en Bolivia podría darse.

Vamos a entresacar unos párrafos del discurso inaugural de la legislatura, pronunciado por el presidente de la República ante el Congreso enero de 2006:

“En la historia de este país los indios hemos sido humillados, marginados, despreciados, condenados a la extinción. No nos reconocieron como seres humanos. Fuimos perseguidos y exterminados. En esta capital de la República hasta 1952 no se nos permitía entrar a la plaza Murillo ni caminar por las aceras”.

“Los pueblos indígenas y originarios de todo el mundo somos la reserva moral de la humanidad”.

“Esta es una revolución democrática, ganamos con votos, no con balas. Y vamos a acabar con el Estado colonial”.

“Nos dejaron un país loteado, un país subastado. Hemos vivido un saqueo permanente de nuestros recursos naturales. Hablan de traer capitales y han descapitalizado al país. Los bolivianos aquí, en nuestras escuelas y universidades, tienen que buscar trabajo afuera, y mal pagado”.

“Nuestras autoridades originarias saben que ser autoridad es para servir al pueblo”.

“Hace 20 años nos dijeron que la empresa privada iba a resolver todo y aprobaron la ley que permitió privatizar todo. Y aquí estamos, exportando bolivianos que van al exterior a lavar platos. En Bolivia el modelo neoliberal no va”.

“La educación es un desastre. Las escuelas primarias muchas ni luz tienen. En la de mi pueblo llegó la luz hace dos años. La mayor parte de niños que mueren es en el campo. Ayuda de la comunidad internacional pido para los niños bolivianos. Hay que reparar los daños de 500 años de saqueo e nuestro país que nos han hecho”.

“Hicimos marchas, huelgas, bloqueos de los caminos pidiendo respeto a los recursos naturales, salud, educación. No nace de politólogos o profesionales. Nace de organizaciones como la Confederación Sindical Única de Trabajadores y Campesinos de Bolivia, las organizaciones de los cocaleros en el Chapare y otras. En 1995 empezamos a construir un movimiento político de liberación”.

Hasta aquí, palabras de Evo Morales en el discurso programático de su acción de gobierno.

III

El Congreso Constituyente está en marcha, con toda clase de dificultades, desde hace más de dos meses; la de Educación es una de las leyes que costará más negociar, porque el mundo entero está pendiente de lo que salga, y las fuerzas neoconservadoras del planeta no pueden consentir el mal ejemplo de unos indígenas que han hecho alianzas con los intelectuales de izquierda, las fuerzas progresistas y populares, afianzan sus vínculos en América del Sur y fomentan la mutua interdependencia entre los gobiernos política e ideológicamente afines, en vez de la común dependencia de Norteamérica.

Todo esto hará que se avance en el camino de una nueva educación. Yo he estado un mes trabajando con Hombres Nuevos, una “sucursal” en Bolivia de la ideología de sus patrocinadores, los políticos de Castilla-León y Valencia, y he visto cómo mantienen al profesorado infantilizado, reprimido, donde todo está jerarquizado y manipulado por la jerarquía católica, trabajadores, buena gente, amables, ¿alegres?, sumisos, apolitizados, no desclasados pero castrados por la religión y los prejuicios de la clase dominante cruceña.

Pero esta visión no se corresponde con la complejidad de maestros urbanos y rurales, universidades públicas y privadas, diversos sectores de la iglesia Católica y las otras confesiones religiosas que se están estableciendo sobre todo en las grandes urbes, el gobierno y sus relaciones internas, los movimientos sociales, la Administración en fin.

Lo que pregunto a AEPECT es si este tema interesa a la Asociación o vamos a seguir ignorándolo. Si podríamos aprovecharnos de las enseñanzas de la Educación Popular de Paulo Freire -del que tenemos un estupendo Instituto en Valencia-, y si hay profesionales que quieran elaborar un documento –con el que seguro que no vamos a derribar el capitalismo ni descolonizar Bolivia- pero que pueda estimularnos como voluntarios, cohesionarnos como grupo y trascendernos como enseñantes.

Manolo Bordallo. octubre 2006

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