miércoles, 3 de octubre de 2007

Un nuevo curso comienza

Septiembre ha sido siempre para nosotros una oportunidad, una nueva posibilidad de diseñar nuevos proyectos, de tomar nuevas decisiones o sencillamente un intentar hacer las mismas cosas de un modo nuevo. Sin embargo hay algunas instituciones muy interesadas en fagocitar y en quebrar la creatividad, el ingenio, la autonomía y la ilusión del profesorado, porque al fin y al cabo educar, educar lo que se dice educar es un arte, un arte en el que educador y educando son los artistas, el contexto es el lienzo, los contenidos culturales la pintura y la comunicación personal y el esfuerzo los pinceles, aunque en realidad educar lo que se dice educar, es algo tan complejo que por definición es indefinible, porque como decía mi siempre admirado Freire, "nadie educa a nadie y nadie se educa solo, todos y todas nos educamos en comunión".
Bueno pues para empezar, no sé si sabéis que la Consejería de la Educación de la Junta de Andalucía sigue en su empeño de inyectarnos estupidez a base de nuevas normas ¿educativas? y como resulta que toda burocracia no es más que una fuente de estulticia desprofesionalizadora y antidemocrática, por eso adjunto una breve nota de la Asociación REDES a la que pertenezco como testimonio de mi adhesión a su grito en el desierto.
¡Ya está bien!
Juan Miguel Batalloso Navas

¿POR QUÉ OCURRE LO QUE OCURRE?

Sobre las nuevas 68 disposiciones normativas sobre educación que la Consejería ha publicado este verano.

¿Es casualidad? ¿Son retrasos acumulados inocentemente? ¿Hacen falta? ¿Son útiles? ¿Ayudan a cambiar o solucionar los problemas educativos? Quizás estos textos del artículo publicado en EL PAÍS el 25-7-07 por José María Ruiz Soroa nos ayuden a entender ¿por qué ocurre lo que ocurre?

“Hacer leyes se ha convertido en una operación de imagen, una actuación orquestada para convencer a la ciudadanía de que la incansable actividad y la omnipotente capacidad de los gobernantes resolverá cualquier género de problemas... mediante la producción incesante de nuevo Derecho. ¿Se resuelven de verdad los problemas, qué pasa después con todas esas normas jurídicas? Parece que eso es lo de menos, pues lo importante es el efecto placebo que posee la actitud legiferante: la ciudadanía se siente atendida, al tiempo que el sistema político se legitima simplemente por su estajanovismo normativo”

1 comentario:

FOCODE dijo...

Completamente de acuerdo. Basta hablar con cualquier profesor o profesora para comprobar cómo se encuentran en estos tiempos sometidos a un trabajo de papeleos infames, tan estéril como agotador, de reuniones sin cuento, en menoscabo de la atención a la vida real del alumnado. Será que el gobierno de izquierda (¿?) que tenemos pretende tener atareados a sus empleado para que no piensen, para que no critiquen, para que, siguiendo el slogan de la Junta, “se dejen llevar”, y voten siempre al mismo régimen. Total si no hay alternativas: o nosotros o el caos.
Miguel